El Día Mundial de la Diabetes (DMD), celebrado el 14 de noviembre,  es la campaña de concienciación sobre la diabetes más importante del mundo. Propuesta por la Federación Internacional de Diabetes (FID) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 1991, como respuesta al alarmante aumento de los casos de diabetes en el mundo.

Diabetes es aquella situación en la que los niveles de azúcar (o glucosa) en la sangre están aumentados. A la glucosa que circula por la sangre se le llama glucemia. Para más información sobre los síntomas y tipologías, clica aquí.

Se estima que para el año 2030 habrá 472 millones de personas en el mundo. En el caso de España, esta cifra también resulta alarmante. Tal y como vemos en el siguiente gráfico, la aparición de nuevos casos va en aumento.

Se han recogido datos de personas con diabetes conocidas y de otras que han sido diagnosticadas a raíz del estudio, de los que se desprende que el 43,5 % de los afectados desconoce que padece la enfermedad.

La diabetes Tipo 2 es más frecuente en edades avanzadas, cuando existen antecedentes familiares con diabetes y en personas con obesidad. Por encima de los 75 años la prevalencia es del 41,3% en mujeres y de 37,4% en varones, mientras que la prevalenciamedia total en España en personas mayores de 18 años es del 13,8%. En el caso de la diabetes Tipo 1, se estima que de 0 a 15 años, la incidencia es de 11,3 individuos cada 100.000 habitantes y en el rango de 15 a 29 años, de 9,9 individuos cada 100.000 habitantes.ferencias al inicio o en el momento del diagnóstico

Normalmente, la persona que acaba de conocer el diagnóstico de diabetes puede presentar una o varias de estas etapas de procesamiento:Y es que, ya no se trata de las implicaciones médicas que esta enfermedad conlleva. Igual de importantes son aquellos factores psicológicos y sociales que ayudarán a disminuir su impacto negativo en la vida de la persona o por otra parte, incrementarán la identidad o autoconcepto de “persona enferma”.

  1. Negación, ya sea a través de una atribución de error de la circunstancia o de mala praxis médica. “Seguro que ha habido un fallo en el análisis” “no he acudido al médico especialista”
  2. Resistencia
    • Búsqueda de culpables
    • Continuas referencias al estado de salud previo
  3. Rebeldía: pueden aparecer conductas de remarcar su condición de “persona enferma”
  4. Temor y/o depresión: sobre todo por la incertidumbre y la focalización en las consecuencias negativas de la enfermedad. Pensamientos de pérdida de la identidad (“no podré llevar la vida que tenía antes”).
  5. Aceptación: tras despejar las dudas sobre la enfermedad y sus consecuencias, la persona y sus familiares comienzan a entender que la calidad de vida se preserva.
"La diabetes de mi hijo" (Sanz, O., 2015)

“La diabetes de mi hijo” (Sanz, O., 2015)

En el caso de que el paciente sea menor, estas fases o etapas de procesamiento las vivirán de forma más intensa los padres. De ahí la importancia de la actitud de los padres, de su capacidad para gestionar esta situación de la mejor manera posible, normalizándola así en el núcleo familiar de la persona y en todos aquellos contextos sociales (colegio, instituto, trabajo).

De esta manera, el hijo o la hija que tenga la enfermedad, adoptará también una actitud responsable y positiva hacia la misma.

Por ello, desde Psicología Zaragoza queremos recomendar la lectura de una guía muy interesante y práctica “La diabetes de mi hijo: Manual de apoyo psicológico para padres de niños y adolescentes con diabetes tipo 1”.

Este manual, accesible desde este link, muestra aquellos aspectos o dudas que pueden plantearse en el inicio del conocimiento de la enfermedad. Además, nos plantea una serie de consejos prácticos para normalizar esta situación a lo largo de las diferentes etapas evolutivas del menor.

 

 


Referencias: