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Terapia de pareja y familiar en Zaragoza

Terapia de pareja en Zaragoza

La pareja es una organización interdependiente en la que existen una serie de reglas y límites. Por ello, dentro de todas las parejas existen ciertas dinámicas que se producen por uno de los miembros y que se mantienen por el otro. Es decir, existe una influencia mutua. Estas reglas y límites deberán adaptarse a las distintas fases por las que pasa la pareja así como a los otros sistemas presentes en la sociedad: la familia de cada uno de los cónyuges, nacimiento de hijos, cambios de ciudad de la pareja, eventos estresantes.

Así, los problemas de pareja se suelen presentar por una dificultad de la pareja en la comunicación,  en las  habilidades  de  negociación  y  solución  de  problemas  y  no  por  una dificultad de carácter individual. Por ello, será la pareja la que deberá integrar estas nuevas habilidades a través de las tareas que proponga la psicóloga dentro y fuera de las sesiones.

En la terapia de pareja en Zaragoza se llevará a cabo una primera  entrevista  de  evaluación se planteará la forma de  trabajo, se explorarán las motivaciones  para  el  cambio  y  se  ajustarán  expectativas  hacia este  cambio.  Con ello,  se consigue establecer  una línea de  trabajo honesta y factible que  tendrá una serie  de metas terapéuticas.

Terapia Familiar en Zaragoza

Por terapia familiar, entendemos aquella terapia dirigida a todos los miembros de una unidad familiar. El origen de los problemas familiares suele situarse en dificultades y/o crisis que se presentan en la evolución de esta unidad familiar. Normalmente, la petición de este tipo de terapias viene dada por la identificación del malestar en un familiar interno a esta unidad. 

Previamente, se ha intentado solucionar este malestar sin resultado, ya que siempre vuelve a aparecer de una u otra forma, ya que existen una serie de mantenedores del problema. Esto se debe a que este malestar suele ser el reflejo de dinámicas familiares disfuncionales basadas en límites difusos. 

Estos límites suelen actuar como diferenciadores de roles y a su vez, comprenden las bases de la comunicación intrafamiliar y extrafamiliar. De esta forma, suelen aparecer a su vez, desesperación e impotencia desde el conjunto familiar. Por ello, el terapeuta familiar asistirá a esta familia en aquel momento de crisis teniendo siempre en cuenta las potencialidades y recursos que ya posee la propia familia, incrementando así el control interno en este necesario cambio. De esta forma, la cooperación terapeuta-familia resultará un elemento clave. 

La evaluación normalmente implicará la descripción de una teoría que explique el origen y mantenimiento del problema; esta guiará el proceso de intervención a través de unas metas y estrategias planteadas.

Resolvemos tus dudas sobre terapia de pareja en Zaragoza

 

Por supuesto, las relaciones sexuales es una de las partes más importantes para que una pareja funcione y puedan ser felices por lo que analizamos que está fallando y proponemos una solución acorde. Pero debemos saber para que cualquier terapia de pareja funcione deben ser los dos miembros de la pareja los que estén comprometidos al 100% por arreglar su situación.

Hay casos en los que se repiten las mismas situaciones independientemente de la pareja que tenga en ese momento, en ese caso se puede considerar realizar una terapia sexual individual ya que son comportamientos que se repiten y por tanto hay que solucionar de forma individual. Si en ese momento la persona tiene pareja si consideramos que es importante que acuda a terapia con él para formar parte del tratamiento ayudándole a solucionar sus problemas.
En situaciones determinadas es posible que la terapia de pareja deba realizarse únicamente sobre uno de los miembros. Esto se debe a que ese miembro tiene un problema concreto, aunque los beneficios serán para los dos miembros de la relación.
Si las dos partes de una pareja se encuentran motivadas para arreglar su situación sentimental la terapia de pareja funcionará. Se deben tener en cuenta varios aspectos, uno de ellos es saber que las relaciones de pareja pasan por diferentes etapas y que no es lo mismo los dos primeros meses (etapa de enamoramiento) que una relación con varios años. Otro aspecto es estar de acuerdo en el destino de la relación, tener una finalidad común y saber que aunque se discuta (lo hacen todas las parejas) la satisfacción que te proporciona al final del día es mayor. Cuando ese objetivo o finalidad no es común, y por tanto no te lo proporciona el otro miembro de la pareja si debemos cuestionarnos nuestra relación y ver a donde se dirige.