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Psiquiatras en Zaragoza

EL SERVICIO DE PSIQUIATRÍA EN ZARAGOZA

 

La intervención psiquiátrica: orientación de trabajo

La intervención psiquiátrica, normalmente se desarrolla mediante una o dos consultas de evaluación y diagnóstico, una vez establecido el plan de tratamiento farmacológico se programan sesiones de control de la medicación y vigilancia de la respuesta en función del problema a abordar y de la evolución del paciente.
 

Objetivos de la intervención psiquiátrica

  • Buscar tratamientos intentando que tanto el número de medicamentos como la dosis terapéutica sea la más ajustada para conseguir los objetivos.
  • Evitar causar dependencias a largo plazo.
  • Establecer una comunicación médico-paciente que permita una adherencia y cumplimiento de las indicaciones basada en la cooperación y la negociación.
  • Si está indicada la psicoterapia, trabajar en equipo con un alto nivel de coordinación para generar sinergia en la solución al problema.

Filosofía sobre la medicación

Somos conscientes de los miedos que el tratamiento farmacológico causa a los pacientes, por eso consideramos importante que el paciente al que se le indica dicha medicación pueda informarse adecuadamente, exponer y discutir sus dudas y tomar una decisión compartida con el médico, quien expondrá las diferentes alternativas terapéuticas y sus ventajas e inconvenientes. Así mismo, el especialista hace un seguimiento especial durante el periodo inicial del tratamiento con una mayor accesibilidad que facilite la solución de cualquier situación con respecto a la que surjan dudas.
 
El especialista siempre trata de escoger los fármacos que más se adapten a la situación individual del paciente, teniendo siempre muy presente los temores del paciente respecto a los efectos secundarios (ganancia de peso, incremento de sueño, etc.).
 

 

Dudas y preguntas frecuentes [más información]

 

¿Cuándo he de acudir al psiquiatra?

  • Cuando las emociones se hacen hacerse más graves o duraderas de lo normal y desbordar a un individuo impidiéndole continuar con su día a día.
  • Cuando hemos protagonizado algún acontecimiento traumático (por ejemplo una catástrofe, una agresión, etc.)
  • Cuando dura varias semanas la vivencia de estar en una tristeza profunda que no nos permite disfrutar, trabajar, …, vivir.
  • Cuando la ansiedad nos desborda, en forma de las denominadas crisis de angustia o ataques de pánico (las personas que padecen estas crisis acuden generalmente antes al médico de cabecera o a las urgencias del hospital)
  • Cuando hay fobias que condicionan altamente nuestra cotidianeidad
  • Cuando tenemos problemas importantes y persistentes con la alimentación o con el sueño
  • Cuando en algún momento hemos pensado seriamente en el suicidio como alternativa a una situación o a los problemas propios
  • Cuando el consumo de drogas o alcohol ha empezado ha generar problemas en mi vida y en mi entorno
  • Cuando he experimentado vivencias angustiosas y extrañas que no se explican bien: oír cosas que los demás no parecen oír, o ver cosas que los demás no ven, etc.
  • Cuando tras múltiples y reiteradas visitas al médico general temiendo padecer una enfermedad, o sufriendo dolores u otros síntomas, éste me ha dicho “usted no tiene nada, es todo estrés”.
  • Cuando cualquier profesional (médico de atención primaria, psicólogo, fisioterapeuta, etc) ha indicado la idoneidad de acudir a un psiquiatra.